12:44:27 Viernes, 26 Abril

Muy cerca de los espectaculares Los Hervideros, a lo largo de la costa suroeste, se encuentra otro ejemplo del poder de la Madre Naturaleza: El Golfo. Se trata de un cono volcánico medio sumergido que con el tiempo ha ido erosionando el océano, quedando solo la pared estriada del cráter con una miríada de colores de tonalidades rojizas.

Al pie del cráter está el Lago Verde en forma de media luna, con unos impresionantes tonos verdes y un sinfín de minerales y microorganismos que, según los expertos, solo moran aquí.

Una playa de piedras negras volcánicas, donde encontrará diseminados trozos de olivino semiprecioso, parece separar este lago de brillantes colores de las azules aguas atlánticas, aunque en realidad ambas están comunicadas por pasajes submarinos.

Desde el sur, la carretera le llevará a un pequeño aparcamiento, donde podrá emprender el corto camino a pie hasta El Golfo, siguiendo las indicaciones situadas alrededor de la lengua de tierra.

Varias bahías protegidas con playas de arena negra comunican el Lago con el tranquilo pueblo de El Golfo, que atrae a geólogos y joyeros de todo el mundo por la calidad del olivino que se encuentra en sus tierras.

Además, esta pequeña y pacífica localidad presume de poseer diversos y excelentes restaurantes de marisco, perfectos para disfrutar de una sabrosa comida mientras goza de un bello anochecer y unas magníficas vistas.